Publicado en: Habitat International
Año: 2017
Volumen: 68
Número: Octubre 2017
Páginas: 84-98
Resumen
Este artículo integra la literatura empírica que intenta medir la calidad de vida con diferentes enfoques filosóficos, económicos y psicológicos que arrojan algo de luz sobre los contornos del concepto. Sobre esta base, sugerimos que la calidad de vida se compone de múltiples dimensiones de valor que no son reducibles a una sola medida teleológica propuesta por el utilitarismo y la economía moderna. Un índice de calidad de vida debe integrar indicadores subjetivos y objetivos, medidas de calidad ambiental y desigualdad, bienestar individual y colectivo y aspectos materiales y no materiales. Aplicamos este marco a las regiones de una economía en rápido crecimiento, Chile, y a pesar de las limitaciones de datos, el documento agrega dimensiones que no han sido consideradas explícitamente en trabajos anteriores. Utilizando un amplio conjunto de indicadores basados principalmente en microdatos, se construyen diez factores que caracterizan las diferentes dimensiones de la vida a partir de 27 indicadores que representan: bienestar individual material y subjetivo, bien colectivo y bienestar social subjetivo, calidad ambiental y desigualdad de recursos en las regiones chilenas. El comportamiento de los factores es muy heterogéneo en todas las regiones y la correlación entre los factores es positiva para el que representa el bienestar individual material y subjetivo, pero negativa con los factores que representan el bien colectivo y el bienestar social. Dados estos resultados, los métodos utilizados para ponderar y agregar para calcular el índice se vuelven críticos para definir la clasificación final de las regiones. Por ejemplo, la suposición sobre la sustitución entre factores es un tema clave. Se utilizan tres métodos de agregación para calcular el índice: la media aritmética y geométrica que permite la sustitución perfecta e imperfecta, respectivamente, y la min-function que no permite la sustitución. Los resultados muestran una gran variación en el ranking de calidad de vida entre las regiones chilenas, lo que sugiere que los responsables de la formulación de políticas consideran que perseguir una o dos dimensiones no es suficiente para promover la calidad de vida debido al carácter multidimensional del concepto.