Año: 2016
Edición: Grupo Banco Mundial
Resumen
Nicaragua ha tenido un crecimiento económico decente en la última década, lo que ha contribuido a una reducción sustancial de la pobreza (la más grande de América Central), así como a mejoras en los indicadores de desarrollo humano. Las cuentas fiscales se han deteriorado recientemente, lo que puede plantear algunos desafíos para la sostenibilidad de los niveles actuales de financiación de los gastos del sector social. Se necesita una mejor planificación y monitoreo del gasto social para mejorar la gestión presupuestaria de Nicaragua. Si bien Nicaragua tiene un plan de desarrollo a mediano plazo, el uso de una formulación presupuestaria orientada a resultados aún se encuentra en sus primeras etapas. El gasto público bajo e ineficiente en educación, junto con marcos jurídicos e institucionales desactualizados y altas tasas de abandono escolar son barreras importantes para aumentar la matriculación y proporcionar educación de calidad. El progreso en áreas clave como la mortalidad infantil y materna, pero el menor gasto de salud per cápita en América Central, así como los desafíos institucionales y de gobernabilidad limitan la cobertura y la calidad de los servicios. Es necesario aumentar el gasto en intervenciones de asistencia social, una mejor coordinación entre los organismos de ejecución y una orientación revisada para garantizar una cobertura decente de los programas entre los más pobres. Las políticas gubernamentales también reflejan la necesidad de mejorar los controles e implementar auditorías sociales, que se consideran un pilar de la gobernanza participativa. Sin embargo, aún deben implementarse en una escala más amplia y difundirse públicamente.