Publicado en: Centro de Sistemas Públicos
Año: 2017
Resumen
Este ensayo presenta datos que, en su conjunto, muestran una realidad abrumadora en materia de la salud mental de los niños, adolescentes y adultos en Chile, así como un conjunto de otras patologías sociales que amenazan gravemente nuestro futuro. El 26% de los niños sufre violencia física o sexual grave en el hogar; registramos 20 mil sentencias condenatorias a adolescentes por año; el 47% de la población penal inicia su carrera delictual a los 13 años; la prevalencia total para cualquier trastorno psiquiátrico y/o discapacidad psicosocial en niños y adolescentes es de 22,5%; y entre el año 2009 y el 2015 el consumo de marihuana se duplicó entre escolares, llegando a 34%. En la Encuesta Nacional de Empleo de 2010, el 21% de trabajadores y trabajadoras declaró sentirse deprimido en los últimos 12 meses y el 30% del gasto en licencias de FONASA es por salud mental. En casi todos estos indicadores Chile está peor en comparación con Latinoamérica y el resto del mundo.
En la jerga de políticas públicas, este es un problema “retorcido”, es decir, no tiene una salida única ni simple. Por lo tanto, sólo se puede aspirar a paliarlo o a “domesticarlo”, lo que se debe abordar con urgencia.
En este contexto, el ensayo propone una intervención sistémica en nueve ámbitos, focalizada en infancia y adolescencia: