El estudio se basó en un enfoque de investigación-acción, orientado a optimizar las prácticas organizacionales mediante un proceso participativo que facilite la toma de decisiones estratégicas. La metodología se desarrolló en tres fases clave:
Para el diagnóstico, se utilizó el Modelo de Auditoría del Sistema Humano (ASH), una herramienta que permite evaluar dimensiones esenciales como el entorno, la estrategia, el diseño estructural y tecnológico, así como los procesos psicológicos y psicosociales.
El levantamiento de información incluyó revisión documental, entrevistas individuales y grupos focales, lo que permitió recopilar la percepción y evaluación de actores clave sobre los procesos institucionales. Además, se realizó un análisis comparativo con otras organizaciones a nivel nacional e internacional para identificar buenas prácticas y modelos de referencia.
Se implementó una estrategia de gestión del cambio basada en el modelo “Sentidos y Sistemas”, que busca alinear la estrategia organizacional con el desarrollo de sistemas de trabajo eficientes. Para facilitar la transición, se diseñó un plan de comunicación y se llevaron a cabo talleres de alineamiento estratégico con directivos y autoridades regionales, priorizando las iniciativas de cambio según su impacto y viabilidad.
El estudio analizó la evolución de la institucionalidad ambiental en Chile desde 1990, destacando avances como la creación de la CONAMA, la implementación del SEIA y la consolidación del Ministerio del Medio Ambiente en 2010. También se revisaron reformas normativas y políticas en materia de cambio climático y biodiversidad, destacando desafíos pendientes en fiscalización, calidad del aire y gestión de recursos naturales.
A través de entrevistas y grupos focales con funcionarios del Ministerio del Medio Ambiente, se identificaron brechas en planificación estratégica, comunicación interna y distribución de recursos. Se observó que en las regiones existe la percepción de que enfrentan mayores cargas de trabajo y que la gestión de riesgos puede fortalecerse mediante un mejor uso de herramientas y procesos. Además, se destacó la importancia de reconocer el trabajo del personal para fortalecer el sentido de pertenencia y la motivación institucional.
La Auditoría del Sistema Humano (ASH) permitió identificar oportunidades de mejora en alinear la estrategia ministerial con los desafíos actuales, optimizar la estructura organizacional y modernizar los sistemas tecnológicos, contribuyendo así a una gestión más eficiente y colaborativa.
El análisis comparado con otros ministerios nacionales y organismos internacionales mostró que estructuras más descentralizadas y con mayor autonomía pueden facilitar una gestión ambiental más ágil y efectiva. Estos aprendizajes pueden servir de referencia para fortalecer la institucionalidad ambiental en Chile.
El análisis realizado identifica oportunidades de mejora en la estructura organizacional de la Subsecretaría del Medio Ambiente, con el propósito de fortalecer su alineación con la estrategia institucional y optimizar su capacidad de respuesta ante los desafíos ambientales. En este contexto, se recomienda potenciar los roles estratégicos en áreas clave y establecer mecanismos de gobernanza que faciliten una toma de decisiones ágil y efectiva, optimizando el uso de los recursos disponibles.
Para mejorar la gestión, se propone la descentralización de ciertos procesos operativos, otorgando mayor autonomía a los niveles técnicos sin comprometer la coherencia estratégica. Asimismo, se considera fundamental fortalecer la formulación e implementación de normativas ambientales y mejorar la articulación de los procesos de participación ciudadana, garantizando su efectividad en la atención de las necesidades locales.
Adicionalmente, se sugiere evaluar la transferencia de algunos programas operativos a entidades especializadas, como la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, con el objetivo de mejorar la coordinación y consolidar funciones dentro de la institucionalidad.
Finalmente, se recomienda que la modernización del Ministerio del Medio Ambiente contemple la digitalización de procesos, una mejor articulación interministerial y un sistema de planificación estratégica más estructurado. Asimismo, se destaca la importancia de fortalecer la gestión del talento humano, promoviendo la equidad en los beneficios laborales y el bienestar del personal, con el fin de consolidar un entorno organizacional más eficiente y cohesionado.