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Los alcaldes y la educación pública

Mario Waissbluth

El Alcalde de Huechuraba y su Concejo decidieron comprar un colegio privado para hacerlo público, ya que estaba cerrado. Pequeña noticia pero portadora de futuro. Una de las maneras de recuperar la cobertura es, precisamente, adquirir escuelas en aquellos barrios donde la oferta de educación pública de calidad esté ausente.

Esta decisión requiere que el sostenedor público, sea una Corporación, una Dirección de Educación Municipal, o en el futuro algún otro tipo de figura jurídica, tenga buena gestión, pues en caso contrario sería desperdiciar dinero y perjudicar niños. “Sostenedor” viene de “sostener” o “apoyar” la red de escuelas, no de “burocratizar”, “politizar”, o “malgastar la subvención”.

Es claro que algunos municipios han acumulado un déficit descomunal, en muchos casos por razones que escapan a la voluntad de los Alcaldes. Otros se han encontrado con “pastelitos” dejados por sus predecesores, con directivos apernados por el predecesor una semana antes de dejar el cargo. Con todo, y siendo esta una situación que hay que sanear sí o sí, hay sostenedores públicos buenos, regulares y los hay malos, que incluso se dedican a desmantelar buenos proyectos y despedir a buenos funcionarios contratados por su predecesor.

¿Existen los buenos sostenedores de la educación pública?
Rotundamente, sí. ¿Existen malos sostenedores? También, y lo mismo aplica a los particulares subvencionados. Para no herir susceptibilidades, utilizaré datos del 2011. Están basados en SIMCE, que ya sabemos no mide toda la calidad, pero es lo que hay.
Escogí de la base de datos 4 comunas, dos urbanas grandes y dos urbano-rurales, una de máximo y otra de mínimo desempeño. Las variables de la siguiente tabla son:

Matrícula 2010-2011: la variación de estudiantes matriculados en escuelas municipales.

SIMCE Lenguaje 2011: es el promedio de 4º  Básico para cada comuna, corregido por nivel socioeconómico. Para cada escuela se calcula la diferencia entre su resultado y el promedio nacional en ese nivel.

Variación SIMCE 2007-2011, corregido por nivel socioeconómico, en ese período.

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Como puede verse, municipios como Colina y Padre Las Casas aumentaron su matrícula, tuvieron un SIMCE bastante por arriba de lo que correspondería a su nivel socioeconómico, y se las arreglaron para mejorar sustantivamente este indicador entre el 2007 y 2011. A la inversa, Lo Barnechea y Cabildo perdieron matrícula, tuvieron a sus escolares por debajo del promedio, y la tendencia fue a la baja.

Por cierto, recientemente el Director de Educación Municipal de Copiapó fue inhabilitado de por vida, por infracciones reiteradas al uso de la subvención escolar preferencial. No sé si es coincidencia, pero esta comuna está claramente entre las de peor desempeño en el período 2007-2011 según los mismos criterios.

Estos resultados NO tienen correlación significativa ni con el tamaño de las comunas, ni con el monto de aportes municipales, ni con el valor promedio de la evaluación docente de sus profesores. ¿Y entonces?

La principal explicación que va quedando es que en algunas comunas los alcaldes junto con sus equipos se preocupan por hacer las cosas bien, y en otras no tanto. En realidad, cuando se dice que “la matrícula municipal está cayendo”, la realidad es que un tercio de las comunas, de todo tamaño, explica dos tercios de la caída.

Las buenas prácticas de gestión municipal

Hay consenso mayoritario en que se debe cambiar la figura del sostenedor de la educación pública. Pero en la experiencia de Educación 2020, hay algunas prácticas que tendrán que darse sí o sí, sea cual sea esta institucionalidad, demore lo que demore esta legislación. Aquí va un “menú” de buenas prácticas, que cuestan poco dinero. Hay lugares donde ellas se dan, y otras donde no:

1. La primera es dotarse de una administración lo más profesionalizada y estable posible. Un excelente director de educación municipal, un excelente jefe pedagógico, procesos administrativos y de soporte impecables, y por supuesto, concursar a la brevedad todos los cargos de directivos escolares que van quedando pendientes. Hace rato que debieran haberse iniciado muchos concursos.

2. Las Corporaciones Municipales, responsables del 65% de la matrícula pública, lamentablemente, NO tienen obligación de concursar a los Directores de Educación. Pero no tendría por qué existir una ley: siempre se puede hacer un amplio concurso nacional… si se quiere y los Concejales lo exigen.

3. La adecuada gobernabilidad de las escuelas pasa, por ley, por el convenio de desempeño que el sostenedor firma con los directores. Si este convenio contiene demasiadas metas, algunas absurdas y/o imposibles de cumplir, se introduce un elemento de inestabilidad profunda. Los sostenedores existen para apoyar, no para complicarle la vida a los directivos.

4. La carencia de un diagnóstico y planificación  en el uso de la subvención preferencial o del Programa de Integración, sumado a que no  se hace en consenso con los directores, ni alineado con la verdadera mejora pedagógica, genera una seria dificultad para focalizar lo que hacen los establecimientos. Los recursos se usan entonces poco, desintegradamente y de mala manera. La primera prioridad es que todos los recursos se usen en aumentar los aprendizajes de los niños, y en nivelar a todos los estudiantes desde 1º Básico a 4º Medio en lenguaje y matemáticas, antes que comprar vistosas pizarras electrónicas.

5. Hay  escuelas grafiteadas, con baños pestilentes, basurales, accesos tenebrosos, sala de profesores lúgubre, aulas congeladas. Así no hay aprendizaje, ni aumento de matrícula posible. Arreglar eso cuesta poca plata, y perder la matrícula de 10 alumnos cuesta casi 14 millones anuales… por muchos años.

6. Cueste lo que cueste, es necesario cumplir los compromisos laborales con los profesores, pagar los gastos previsionales, tratarlos con dignidad, capacitarlos constantemente, premiar públicamente a los mejores. Pero a la inversa, cuando haya un profesor que sea una “manzana podrida” de esas que envenena ambientes escolares completos, hay que apañar al Director cuando este quiera hacerle un sumario y despedirlo después de tres intentos por la buena, y no trasladarlo a la escuela del lado para ahorrarse problemas.
7. Escuchar a los alumnos, profesores y apoderados. Pero no con puras encuestas. Hablando se entiende la gente  y estas conversaciones son a veces sorprendentes. Ser un buen sostenedor no es trabajo “puertas adentro”.

8. Es necesario que los PADEM, Plan Anual de Educación Municipalse hagan por 4 años, participativos y con una mirada integral, para que las escuelas construyan sus sueños y avancen año a año con medidas y acciones sistemáticas.

9. Integrar todos los servicios de la municipalidad en torno a la escuela, la cual debe convertirse en un foco comunitario conectado con los consultorios, las actividades culturales y deportivas.

10. La batalla por la educación comienza con los niños chicos. Es necesario priorizar recursos para jardines infantiles, preKinder y Kinder, pues es allí donde se juega el futuro de la comuna.

11. La batalla por la educación de la comuna también comienza por la lectura. “Mi escuela lee y mi comuna lee”. No cuesta tanto dinero enseñarle a los apoderados a leerle cuentos a sus hijos, y a escucharlos en su lectura. Comprar más libros, abrir la biblioteca a la comunidad, y hacer campañas de lectura no es tan difícil.

12. Planificar con uno o dos años de anticipación el diseño de excelentes y ambiciosos proyectos para presentarle al Fondo de Desarrollo Regional u otros fondos públicos y privados.

13. Planificar con 9 meses de anticipación la campaña de matrícula del año siguiente, en conjunto con los Directores. El sistema obliga a competir por alumnos en el “mercado”. No vale “echarle la culpa al sistema y esperar a que cambie”. Más allá de que hay que hacerlo, por lo pronto hay que competir por la matrícula, de manera formidable, y no sentarse a ver cómo se desmorona la educación pública. Ya veremos después si el sistema cambia, y ojalá que así sea.

14. Invitar a empresas de la zona a colaborar proactivamente con los liceos técnicos, con sus equipamientos, sus técnicos, y sus prácticas profesionales.

15. Crear redes de colaboración y co-creación de ideas innovadoras al interior de la comuna, entre directivos, entre inspectores generales, profesores de matemáticas, educadoras de párvulo, entre todos.

Estoy seguro, porque lo he visto, que hay muchos municipios que SÍ desarrollan estas actividades. No es casualidad que los resultados de la educación pública en cada nivel socioeconómico sean prácticamente idénticos a los de la educación particular subvencionada. Pero hay otros que no.

Esta última recomendación es tan importante como la primera: hay que crear una verdadera épica de la educación pública si se la quiere reconstruir, mejorar y expandir. Señor Alcalde, señores Concejales, si les ha caído la matrícula, atentamente les sugiero que en Enero se pongan un overol y salgan a pintar escuelas codo a codo con la comunidad educativa. Me ofrezco para ayudar.

Voces La Tercera
Mario Waissbluth, 23 de diciembre de 2013