En estos días hemos escuchado por diferentes medios cifras astronómicas de los costos asociados a la catástrofe y la reconstrucción del país, desde los 30.000millones de dólares planteados por el gobierno, hasta los 9.000 millones estimados por una consultora privada, no me corresponde, ni tengo los antecedentes para zanjar la diferencia. En lo que coinciden muchos de los números es en la distribución entre costo público y privado.
De cualquier forma estamos hablando de una gran cantidad de dinero una montaña de plata, sólo a modo de referencia las utilidades de la minera privada más grande del país y una de las más grandes del mundo el año 2009, fueron unos 3.600 millones de dólares.
En los últimos he escuchado en diferentes lugares, que no hay plan, no se entiende la lógica de asignación de recursos (dicho de forma bastante menos elegante), que no existe priorización. El gobierno por su lado se defiende argumentando que existe un plan detallado de la reconstrucción, una forma de zanjar estas diferencias es difundir dicho plan.
Hoy el gobierno y su equipo que durante la campaña presidencial planteaban darle un gran incentivo al Desarrollo Digital del país, creo que es un buen momento para demostrarlo, la oportunidad asociada a la catástrofe y la reconstrucción es una buena oportunidad, y por último la verdad es que no hay que ir demasiado lejos para identificar que hacer.
En Estado Unidos producto de la crisis financiera 2007-2009, primero el gobierno de Bush y luego el de Obama desarrolló un plan de reconstrucción con una cantidad exhorbitante de recursos financieros, más 750.000 millones de dólares. Algo que en su momento le preocupaba al Congreso, el ejecutivo y en particular a los ciudadanos era como se iban a destinar esos recursos. Producto de ello surgieron diversas iniciativas públicas y priviadas, tales como, Recovery.gov yRecovery.org, ambas con el propósito de monitorear como se gastan los recursos del plan. Ambas Iniciativas mantienen información de los proyectos de reconstrucción y su distribución geográfica. Los sitios muestran el uso de recursos hasta un nivel muy micro, identificando el tipo de iniciativa de reconstrucción, recursos asignados, su tipo (adquisciones/contratos, grants, prestamos) y lo ya devengado, por cada proyectos se puede llegar hasta los detalles más elementales.
Ver lanzamiento del portal Recovery.gov en Febrero 2009
Incluso se permite la retroalimentación de los ciudadanos a través de un formulario .
En el caso del sitio Recovery.org, se trata de un monitoreo de privados al uso de los recursos por parte del Estado, llegando en forma equivalente hasta los proyectos unitarios y entregando la posibilidad de que los usuarios puedan comentar y votar por los proyecto en cuestión
Ante tales magnitudes de recursos, la autoridad debe dar una señal potente e transparencia y accountability en el usos de los recursos. El esfuerzo tecnológico que hay tras estas iniciativas es relativamente simple, los esfuerzos están más bien asociados a decisiones políticas y administrativas. Debemos recordar que la información sobre el uso y destino de estos fondos es información pública y debiera regirse por las recomendaciones de la OCDE
Es de esperar que con el argumento de la urgencia no se pierda una muy buena oportunidad para aumentar los grados de transparencia en el uso de los recursos públicos.