El proyecto contó con 3 etapas para su correcto desarrollo:
Etapa 1: Rediseño inicial de la encuesta e implementación digital: en esta etapa se realizó una revisión documental de literatura y de otras encuestas de similares características, para realizar una identificación de factores que condicionan la automatización, y en base a esto, ajustar la encuesta preliminar.
Etapa 2: Validación, calibración y ajuste del instrumento: como parte del proceso iterativo de validación del instrumento, se realizaron 35 entrevistas cognitivas, para analizar en qué medida se entendían las preguntas del cuestionario utilizando la estrategia Probing-Method, y 65 entrevistas de uso del tiempo, mediante un muestreo intencionado representativo de la composición actual de los servidores del Estado; una evaluación de los factores determinantes para la automatización y una calibración de la encuesta, de forma conjunta entre el Panel de expertos y el equipo de proyectos, utilizando como insumo las entrevistas de uso del tiempo.
Etapa 3: Análisis de susceptibilidad y brechas para la automatización: Se realizó una estimación del potencial de automatización, realizando una ponderación de los factores de automatización, utilizando la herramienta Analytic Hierarchy Process (AHP), y un análisis de la validez predictiva del instrumento, a través del contraste de las respuestas de las encuestas realizadas en las entrevistas de uso de tiempo, con el juicio general del potencial de automatización consensuado por el panel de expertos, a partir de la información propia de las entrevistas de uso del tiempo.
Finalmente, se realizó un compendio de las evaluaciones del panel de expertos sobre las barreras tecnológicas, normativas e institucionales para la automatización, vinculadas a las ocupaciones estudiadas mediante las respuestas de encuestas y entrevistas de uso del tiempo.
Dado que el proyecto consiste en la implementación de un instrumento de encuesta, no existen resultados inmediatos, sino que potenciales resultados según lo desarrollado a través de la metodología. En base a lo anterior, es que se considera que la encuesta proporcionará datos que, de ser bien utilizados, mejorarán los estándares de gobernanza y gestión del Estado, con miras a aumentar el valor público que este produce para la ciudadanía. Sin embargo, es posible que estos datos sirvan también a propósitos que no vayan en esta dirección. En ese sentido, la prudencia en la interpretación de la información derivada de la encuesta es vital. Los resultados de una aplicación de la encuesta sobre el futuro del empleo en el Estado no pueden remitirse a un mero indicador de potencial de automatización, sin antes entregar otros antecedentes como la naturaleza y criticidad de funciones que cumplen los servicios, los esfuerzos en formación y capacitación que se requieren para adaptarse a cambios derivados de eventuales políticas de automatización laboral en el sector público y una adecuada gestión política con asociaciones de funcionarios.
*El Informe Final, así como los demás productos del estudio, no pueden ser difundidos o publicados por el Centro de Sistemas Públicos conforme al contrato de prestación de servicios suscrito.