Los objetivos específicos del estudio son:
La metodología utilizada en el estudio de la modernización del Estado en Chile fue de enfoque mixto, combinando técnicas cualitativas y cuantitativas. El análisis se basó en un análisis longitudinal exhaustivo de estadísticas demográficas, sociales, económicas y gubernamentales, complementado con una revisión bibliográfica de las agendas de modernización y las reformas implementadas durante el periodo estudiado (1990-2023).
Adicionalmente, se realizaron doce estudios de caso que abarcaron tanto áreas transversales como sectoriales, con el fin de ofrecer una visión detallada de las dinámicas de cada reforma. Finalmente, se aplicó una encuesta a personas expertas en modernización del Estado, quienes proporcionaron juicios y percepciones sobre los factores que facilitaron o ralentizaron los procesos de reforma.
Las conclusiones del estudio sobre la Modernización del Estado en Chile para el período 1990-2023 se organizan en varios subcapítulos que resumen el proceso y los aprendizajes obtenidos. El primer subcapítulo, “Las etapas del proceso de modernización del Estado”, caracteriza tres fases clave de modernización: la primera, de 1990 a 2005, marcada por la transición democrática y la consolidación institucional; la segunda, de 2006 a 2017, con un enfoque en reformas sociales y equidad; y la tercera, de 2018 a 2023, influenciada por la fragmentación política, el estallido social y la pandemia. En el segundo subcapítulo, “La sociedad civil como hilo conductor informal de las reformas”, se destaca la importancia de actores individuales y redes informales en la promoción de reformas a lo largo del tiempo. El tercer subcapítulo, “La transformación de Chile y de su Estado, 1990-2023”, muestra los avances significativos en indicadores como el PIB per cápita, la reducción de la pobreza y el crecimiento del tamaño y complejidad del Estado, aunque con desafíos en áreas como la productividad y la competitividad. El cuarto subcapítulo, “Avance general y brechas pendientes de las reformas”, identifica seis brechas clave que aún no se han resuelto, como la modernización del Estatuto Administrativo y la consolidación de la gobernanza de las reformas. En el quinto subcapítulo, “Reformas específicas particularmente relevantes”, se destacan algunas reformas exitosas, como la del sistema procesal penal, ChileCompra, y el sistema de Alta Dirección Pública, además de los avances en descentralización política. Finalmente, el sexto subcapítulo, “Once factores clave de las reformas”, sintetiza los elementos esenciales para el éxito de cualquier reforma, como el apoyo presidencial, la adecuada coordinación interinstitucional, y la evaluación continua durante el proceso de implementación.
Las recomendaciones del estudio sobre la Modernización del Estado en Chile se organizan en subcapítulos que abordan tanto acciones de corto como de largo plazo. El primer subcapítulo, “Elementos estratégicos para el Estado de Chile hacia 2050”, plantea nueve logros institucionales y siete logros sociales y productivos como prioridades de largo plazo, con énfasis en la planificación a mediano y largo plazo, el aumento de la eficiencia del gasto público y el uso intensivo de tecnologías, como la inteligencia artificial. El segundo subcapítulo, “Propuestas para el corto plazo, 2024-2025”, incluye iniciativas clave como avanzar en la reingeniería de procesos para facilitar la tramitación de permisos, fortalecer el desarrollo digital del Estado, y crear una Agencia de Calidad de las Políticas Públicas que evalúe la factibilidad y resultados de las reformas. También se recomienda reforzar la Secretaría de Modernización con un equipo especializado para el seguimiento de proyectos, además de consolidar un sistema de gestión por proyectos (PMO). El tercer subcapítulo, “Propuestas para el mediano y largo plazo, de 2026 en adelante”, incluye recomendaciones como la creación de una Subsecretaría para la Modernización del Estado, el fortalecimiento de la planificación nacional, la institucionalización de servicios compartidos transaccionales y la reforma de la Contraloría General de la República. También se sugiere establecer una carrera directiva para reducir la rotación en cargos clave y promover presupuestos plurianuales para garantizar la continuidad de las reformas. Finalmente, se destaca la necesidad de crear una ley marco que dé estabilidad a la gobernanza de las reformas, permitiendo su implementación y seguimiento a lo largo de varios gobiernos.