Metodología articulada bajo un enfoque de Investigación-Acción, cuya finalidad es resolver problemas cotidianos e inmediatos y mejorar prácticas concretas. Su propósito fundamental se centra en aportar información que guíe la toma de decisiones para programas, procesos y reformas estructurales. Esto permite madurar recomendaciones de forma temprana durante la realización de esta asesoría. Específicamente, la asesoría técnica consideró tres componentes.
El trabajo estuvo además fuertemente apoyado por información cuantitativa, apuntando a un análisis objetivo de la situación institucional, en base a un procesamiento de process mining que arrojó el comportamiento de una solicitud de denuncia a través de todo el proceso de gestión. Esto a su vez permitió entender cómo la institución genera información, la estructura, almacena y utiliza para el cumplimiento de sus objetivos.
Se identifican tres grandes desafíos para el Superintendencia. En primer lugar, Alineamiento estratégico entre el Ministerio de Educación, incluidas sus SEREMÍAS, la Agencia de Calidad de la Educación y el Consejo Nacional de Educación, tanto a nivel nacional como regional. Esto es crucial, ya que al ser la Superintendencia parte del Sistema de Aseguramiento a la Calidad de la Educación, la gestión de denuncias se ve influenciada por las medidas que adopten el resto de los organismos que lo integran.
La identificación temprana de casos graves de vulneración de derechos y derivación con seguimiento en las instancias que correspondan. Ello implica interacción con otros actores del ecosistema: redes de salud pública, programas de salud de JUNAEB, fiscalías del Ministerio Público, Tribunales, Defensoría de la Niñez y las Oficina de Protección de Derechos de Infancia.