Una serie de aspectos mínimos necesarios para diseñar e implementar una política de trabajo remoto en el Estado presentó el académico e investigador, Javier Fuenzalida, en el marco de un coloquio organizado por el Servicio Civil y el Centro de Sistemas Públicos (CSP) de la Universidad de Chile.
La actividad, cuya temática fue “Regulación del Teletrabajo en el Estado”, dio inicio al V Ciclo de Coloquios sobre Empleo Público y Alta Dirección Pública, que hace ya varios años impulsa el Servicio Civil, en conjunto con el CPS, con el objetivo de generar un espacio de encuentro e intercambio entre académicos y expertos en gestión pública, representantes de centros de pensamiento, autoridades, representantes de los trabajadores y directivas y directivos públicos.
A partir de las investigaciones que ha impulsado en la materia, Javier Fuenzalida reconoció que tras la irrupción del teletrabajo producto de la pandemia, y pese al escepticismo, el Estado de Chile siguió funcionando relativamente bien y muy sobre exigido.
No obstante, precisó que este escenario dejó claro que no todas las funciones públicas pueden realizarse en forma remota, por ejemplo – dijo- la fiscalización en terreno. Por ello, lo primero es definir claramente las tareas que se pueden desarrollar bajo esta modalidad. A ello se suma la necesidad de reducir las incertidumbres respecto a cómo se coordina el trabajo y cómo comunicarse, así como establecer estrategias para dotar de infraestructura digital y condiciones de seguridad laboral a los funcionarios y funcionarias, considerando incluso contención emocional a quienes lo requieran, en muchos casos, por la falta de socialización.
Subrayó que otro aspecto está relacionado con el Liderazgo de los equipos en teletrabajo, siendo necesario preparar líderes que, por ejemplo, pasen del control de gestión por actividades y procesos a control de gestión por resultados y productos entregados. “Esa es una transición muy difícil de hacer, por lo que necesitamos incluir estos elementos en el kit competencias sobre las cuales debiésemos formar a los líderes”, precisó.
Como un tema muy relevante, el investigador del CSP mencionó la necesidad de ser muy cuidadosos en que el teletrabajo no sea una caja de resonancia de brechas de género ya existentes. “El teletrabajo es una oportunidad para balancear mejor las responsabilidades parentales o de cuidado, con las responsabilidades laborales, cuando se implementa bien. En general las mujeres tienden a teletrabajar más, precisamente porque brinda esas oportunidades, entonces la idea es que no existan estos sesgos y sea una modalidad laboral disponible para cualquier persona”.
Por su parte, el director nacional del Servicio Civil, Felipe Melo, señaló que aquí hay una oportunidad estratégica. “Hasta hace poco tiempo e incluso hoy, el control del dedo al inicio y cierre de la jornada constituye una de las pocas formas que tenemos para medir la productividad del Estado, pero sabemos que el Estado es mucho más valioso que el número de horas que una persona estuvo en su asiento. El Estado está en terreno, en los teleservicios como Chile Atiende, etc. Lo que hoy es perfectamente posible. Entonces, cambió la manera de hacer Estado”, dijo.
Finalmente, Rafael del Campo, en representación del CSP, afirmó que sin duda “los estándares que adopte el sector público en este tema trascienden a todo el país, por lo que tenemos la obligación de hacerlo bien”.
En el encuentro, también se presentaron los aprendizajes adquiridos en la aplicación del teletrabajo en ChileCompra y el Instituto de Previsión Social, mientras que los asistentes destacaron la necesidad de no desperdiciar todo lo aprendido durante los últimos años en la materia y de generar pactos con las asociaciones de funcionarias y funcionarios, entre otros aspectos.
Si deseas conocer más del del tema a partir de la bibliografía ocupada por el Dr. Fuenzalida, te invitamos a conocer dos de nuestros documentos:
Fuente: Comunicaciones Servicio Civil
11 de octubre de 2022