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137 funcionarias de JUNJI impulsarán la innovación pedagógica en cada región del país

A partir de una formación realizada por el Centro de Sistemas Públicos de Ingeniería Industrial de la U. de Chile, funcionarias de cada región serán colaboradoras de sus pares locales, con el fin de instalar una cultura innovadora y así mejorar la calidad de la educación parvularia del país.

Desde la convicción de que las redes colaborativas son fundamentales para lograr la transformación pedagógica y con ello mejorar los aprendizajes de los niños y niñas, la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) ha impulsado un trabajo mano a mano con jardines que son referentes en materia de innovación educativa en cada una de las regiones. Esto, con el fin de que sean formadores de otros jardines de sus respectivas localidades, bajo el nombre de Centros de Colaboración para la Innovación Pedagógica (CCIP).

En este contexto, recientemente 137 funcionarias de 17 jardines —uno por cada región y dos de la Metropolitana— participaron de una formación liderada por el Centro de Sistemas Públicos (CSP) de Ingeniería Industrial de la U. Chile, enfocada en potenciar las competencias para propiciar la transformación educativa de otros establecimientos educacionales, aportando al desarrollo de la construcción de una red de nuevos CCIP en el país.

“Esta formación es muy importante porque es el hito inicial para seguir en 2021 con el desarrollo de una pasantía nacional virtual a modo de círculos de capacitación y extensión, que incorporen una variación a la propuesta inicial de pasantía nacional, donde se esperaba conocer en terreno las prácticas pedagógicas realizadas. Pues bien, el contexto de pandemia exige flexibilidad para cambiar el rumbo de lo planificado. Estamos seguros que esta experiencia será el inicio de un ciclo colaborativo, en torno al diálogo y la reflexión, punto de partida para innovar”, afirma la Vicepresidenta Ejecutiva de la JUNJI, Adriana Gaete. 

CENTROS

Los Centros de Colaboración para la Innovación Pedagógica son núcleos impulsores en cada una de las regiones, que mantienen la pertinencia territorial y cultural. Su foco se basa en visualizar a los niños y niñas como actores sociales claves y agentes de los procesos de transformación social, desde un enfoque de derechos y desde la convicción de que la educación en la niñez es un valor público para la sociedad. 

Estos núcleos son el punto de partida de la innovación pedagógica en cada región, teniendo como misión ofrecer aprendizajes y prácticas pedagógicas a partir de sus experiencias, con el fin de intencionar la transformación de otras unidades educativas de las zonas. 

“Los centros se consideran así mismos constantes aprendices, tienen en su ADN la colaboración en red, pues saben que la transformación es una práctica inacabada, ponen al servicio su experiencia, su práctica, para revitalizarla a la luz de la reflexión colaborativa con otras unidades educativas”, añade la directora del Departamento de Calidad Educativa, Fabiola Mánquez. 

FORMACIÓN

Por cerca de dos meses, parte del equipo del CSP acompañó el proceso de formación, intencionando el desarrollo de conocimientos y habilidades orientadas a gestionar el diseño e implementación de innovaciones pedagógicas, con foco en la creación de valor público en el ámbito de la educación parvularia.

De acuerdo con Pablo González, director Académico del Centro de Sistemas Públicos, “esta iniciativa es particularmente relevante, porque nuestro norte es el desarrollo humano y el valor público, y la infancia temprana es la etapa más fundamental en la vida, por lo que estamos muy contentos de haber trabajado con profesionales de JUNJI, que han decidido dedicar su vida a esta importante tarea. Estamos muy contentos del tremendo compromiso que hemos visto en las participantes, y creemos que el trabajo en red que realizarán en las distintas regiones para impulsar prácticas innovadoras tendrá un alto impacto en el desarrollo de niños y niñas y en la realización del principio del mejor interés del niño”. 

Esta formación comenzó con una charla magistral de Mario Waissbluth, donde el experto entregó contenidos sobre la gestión del conocimiento y la transferencia de innovaciones al interior de las organizaciones públicas, en una sesión a distancia, pero con un fuerte enfoque práctico e interactivo. Las sesiones posteriores siguieron esta misma esencia, a través de clases y tutorías.

IMPRESIONES

Uno de los aspectos que más destacaron las participantes fue la posibilidad de ampliar la mirada respecto a la innovación. Así lo aseguró Lilian Jiménez, directora del Jardín Infantil Campanita, de Rancagua, Región de O’Higgins: “Esta iniciativa me pareció fundamental, sobre todo por la gran responsabilidad que tenemos como Centros de Colaboración para la Innovación Pedagógica en nuestras zonas (…). A través de este curso logramos tener una nueva mirada sobre los procesos educativos, con un alto nivel académico. En este sentido, lo que más rescato es que obtuve nuevas luces respecto al concepto de innovación pedagógica, como por ejemplo que los educadores debemos transformarnos primero, para luego transformar la educación que entregamos”, aseguró la directora.

Respecto a su rol como impulsoras de la innovación en su región, Jiménez manifestó que “esperamos ser referentes de propuestas creativas e inspirar a otros, donde primen las interacciones positivas, respetuosas, y donde niños y niñas sean los protagonistas (…). En educación es fundamental que nos encaucemos en la búsqueda permanente de nuevas estrategias, con una cultura de investigación, que nos permita enriquecer nuestra labor para el logro de aprendizajes de calidad”. 

Una visión similar expresó Sandra Vicencio, educadora de párvulos y asesora técnica de JUNJI en la provincia de Quillota, Región de Valparaíso. “El curso en el que participamos es una iniciativa que va en la línea de la formación continua, del aprendizaje y reflexión colaborativa, que promueve nuestra institución (…). Valoro que me permitió dar diseño a la gestión de proyectos de innovación pedagógica y a relevar las distintas etapas que lo componen, a partir del ejercicio práctico, del acompañamiento de los docentes y de la retroalimentación con los y las colegas”, dijo.

Además, la funcionaria destacó que esta iniciativa “promueve la generación de una red de conocimientos, de saberes colectivos que se ponen al servicio de la práctica pedagógica, para que cada comunidad educativa cuestione su propio desempeño profesional e identifique sus propios puntos de partida frente a dilemas pedagógicos que requieren nuevas formas de enseñanza y aprendizaje, logrando generar valor público en la educación parvularia. Esto con el fin de contribuir a que los niños y niñas tengan las mejores oportunidades para su bienestar integral”.

15 de octubre de 2020