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Fiscal Patricia Soto: “No deberíamos llegar a una contingencia país para ver cómo podemos mejorar nuestro trabajo”

La actual Fiscal de la Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO) fue una de las estudiantes del Diplomado en Gerencia Pública, programa que el CSP imparte hace 17 años. ¿Su experiencia? Asegura que en estos meses no sólo aprendió contenidos que le permitirán mejorar su desempeño, sino que, además, reafirmó su compromiso con el servicio público. 

Esta semana Patricia Soto Altamirano abogada proveniente de Chiloé y Fiscal en la Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO) desde el 2018, elegida por Alta Dirección Pública fue una de los 36 estudiantes que concluyeron el Diplomado en Gerencia Pública, dictado desde el 2003 por el Centro de Sistemas Públicos (CSP) y que a la fecha cuenta con más de 1.600 egresados.

Este programa busca contribuir a la obtención de competencias en materia de gestión para la formulación, liderazgo y gerencia de estrategias que impulsen el mejoramiento de las instituciones públicas, sobre todo considerando que hoy, más que nunca, nuestro país enfrenta el gran desafío de modernizar sus aparatos estatales para entregar a los ciudadanos una mejor calidad de vida.

Se trata de un diplomado que llamó la atención de la Fiscal y que, tras recomendaciones de terceros, decidió cursar. “En este diplomado se imparten seis cátedras bien definidas, en las que se entregan todos los insumos que un buen gerente público chileno requiere para efectuar su labor en el servicio público con calidad”, asegura.

—Fiscal, ¿qué fue lo que la motivó a cursar este programa?

—Si bien es cierto, los conocimientos que uno tiene en Derecho son importantes, no son suficientes. En mi rol debo realizar rediseños de procesos, hacer seguimiento de los indicadores para el cumplimiento de las metas de eficiencia institucional, ver los programas de mejoramiento de gestión (PMG), las posibles estrategias emergentes, entre otras cosas. Y, precisamente, este diplomado entrega herramientas en torno a esto, para que, como funcionarios, realicemos nuestro trabajo con la calidad y oportunidad que se requiere.   

—En este sentido, ¿cómo fue su experiencia en el diplomado?

—Muy buena. Creo que fue muy visionario impartir este diplomado, que es una súper buena escuela para ir formando servidores públicos. Uno se encuentra con docentes que están muy bien preparados, que saben enseñar y que, efectivamente, tienen conocimientos a fondo de las materias que enseñan, con experiencia en el servicio público. Además, resulta muy enriquecedor compartir con personas que provienen de distintas áreas y distintas instituciones, lo que permite tener una perspectiva más amplia de lo que se está haciendo en el país. En suma, fue un aprendizaje total y termino esta etapa súper contenta. 

—¿Cómo cree que le servirá este aprendizaje en su desempeño?

—Por ejemplo, en la cátedra de Liderazgo y Negociación nos enseñaron a confiar en nosotros mismos y en las potencialidades que cada uno tiene, conociendo y entendiendo a las personas con las que trabajas. Otras cátedras entregaron una visión de la institución en toda su dimensión (…). Con esto, podremos revisar nuestros procesos internos de una mejor forma, identificar aquellas cosas que quizás no están funcionando correctamente e intervenir, con las herramientas que nos entregó el diplomado, para su mejoramiento. Creo que soy una privilegiada, porque estoy en un cargo en el cual puedo poner en práctica todo lo aprendido en esta experiencia.

Desafío país

—Usted ha realizado una carrera muy destacada dentro del servicio público. ¿Cómo llegó a esto? ¿Fue algo que se fue dando o que usted buscó?

—La verdad es que siempre he sentido vocación por el servicio público. Me gusta mucho lo que hago y elegí el servicio público por un tema de convicción, de valores, de desarrollo profesional. Me encanta el trabajo que se realiza en esta área y además estudié en una universidad en la que se privilegia la formación como servidor público.  

—A nivel país y sobre todo en el contexto actual, ¿cuáles son los grandes desafíos que tenemos en materia de gestión pública?

—Creo que en la medida que hayan servidores públicos más capacitados, con conocimiento, con características tan importantes como la empatía, el saber entender, el saber escuchar al otro, el saber colocarse en el lugar del otro, podremos aportar a construir un mejor país. Un país con más oportunidades, un país más justo. Si nosotros, que tenemos los cargos más importantes, no somos capaces de entender y escuchar lo que la ciudadanía, los usuarios que concurren a los distintos servicios públicos realmente necesitan, es imposible que hagamos una buena gestión pública. Por ejemplo, en la institución donde trabajo tenemos un contacto diario con el usuario, entonces, ¡qué importante es que las resoluciones que sacamos sean en un lenguaje que el ciudadano pueda entender! En este sentido, creo que cada autoridad debería plantear permanentemente la reflexión y acción en torno a la pregunta: ¿qué hacemos nosotros para que nuestro país sea mejor? La contingencia social nos hizo reflexionar sobre esto, pero la verdad es que no deberíamos llegar a ese punto para ver cómo podemos mejorar nuestro trabajo. Eso es algo que deberíamos estar mirando siempre, con compromiso y amor por lo que uno hace. 

—¿Cuáles son sus proyecciones?

—Mi compromiso es continuar siendo Fiscal en el periodo que me corresponde por Alta Dirección Pública, hasta el 1 de diciembre de 2021. Con posterioridad a eso, quiero seguir estudiando y seguir en el servicio público, ojalá aportando en el área que me he especializado, que es el derecho laboral y derecho a la seguridad social.

Próximamente se abrirán las matrículas para una nueva versión de este programa. Haz clic aquí para conocer más del Diplomado de Gerencia Pública.

13/01/2020